La mayoría de las personas a quienes hablo de veganismo comprenden rápidamente los argumentos (éticos, ecológicos o de salud) y terminan mostrando interés en cambiar su alimentación. Sin embargo, un cambio radical como ese puede atemorizar a muchos, sintiéndose incapaces de llevarlo a cabo ¿Qué hacer para lograr la transición? ¿Debe darse de la noche a la mañana? No necesariamente.

Indudablemente, existen tantas maneras de hacerse vegano como veganos en el mundo. Es un proceso personal que demanda respeto por sí mismo si se quiere lograr una transición exitosa, manteniéndose en el veganismo a largo plazo. Después de todo, se trata de un gran cambio a realizar y por esta razón, lo mejor es personalizar el proceso. Entonces, para aquellas personas que deseen nutrirse de algunas ideas a fin de facilitar esta transición, he aquí siete enfoques que sabrán inspirarles.

Método de las tres comidas

Como existen tres comidas en el día (desayuno, almuerzo, cena), se trata de cambiar una a la vez, aquella de su elección. Por ejemplo, comiencen en hacer todos sus desayunos, veganos. Cuando se hayan acostumbrado a este cambio, adapten una segunda comida y después de un cierto tiempo, modifiquen la tercera. ¡Listo!

Método de las tres listas

Para que las comidas en casa no parezcan repetitivas, la mayor parte de familias tienen, sin darse cuenta, un repertorio de diez a doce recetas que alternan continuamente. En otras palabras, basta conocer una docena de recetas veganas para poder comer de esta forma en la vida cotidiana. Pero, ¿Cómo lograrlo? Verán ustedes, es bastante simple.

Elaboren una lista de al menos diez platillos que ya preparan o comen regularmente. La primera etapa consiste en verificar si incluyen platillos veganos. ¡Puede ser que un cuarto de la lista responda ya al objetivo! Pero si no es así, no importa.

La segunda etapa consiste en trasformar las recetas que contienen carne (u otros productos animales) en versión vegana, reemplazando así los productos animales. Es más fácil de lo que se cree ¡sobre todo por la diversidad de imitaciones de carne que existen en el mercado! Por ejemplo, en lugar de un espagueti a la boloñesa, intenten con un espagueti con lentejas rojas o con una imitación de carne molida; una sopa de garbanzos con jamón… sin jamón; en lugar de empanar el pollo, pueden hacer lo mismo con el tofu; etc. También existen imitaciones de tocino pero las recetas que incluyen tempeh son igual de satisfactorias al gusto. Los tacos con carne molida pueden transformarse en tacos con frijoles negros. La leche de vaca se reemplaza con leches vegetales incluso para preparar recetas. También hay muchos sustitutos a los quesos lácteos. Esta es la idea.

En lo que respecta a las carnes falsas comerciales es importante saber que de la misma manera que no todas las carnes quedan apetitosas y gustan a todos, no todas las carnes falsas son apetitosas y gustan a todos tampoco. No debemos apresurarnos a generalizar ni sacar conclusiones a partir de una muestra. Ciertas marcas logran imitar la carne, al menos en cuanto al sabor, mientras que otras son simplemente buenas sin que nos recuerden el sabor de la carne misma. ¡También existen marcas imposibles de comer! De todas maneras, gustar de las carnes falsas no es en absoluto un paso obligado hacia el veganismo.

La tercera etapa consiste simplemente en descubrir y apropiarse de nuevas recetas veganas a fin de completar esta nueva lista de diez a doce comidas. Hay tantas novedades disponibles y tal variedad de opciones que es posible que ustedes cuenten ahora con más opciones que antes. ¿Quién dijo que los menús veganos son limitados? ¡Eso es un mito! Para descubrir nuevas ideas de menús, consigan un buen libro de recetas veganas o realicen búsquedas en Internet, descubran nuevos alimentos y visiten tiendas de alimentos naturales. Prueben nuevas vinagretas y salsas capaces de cambiar radicalmente el sabor de un platillo.

En su nueva lista de recetas, prioricen aquellas que les gustan más y que son más fáciles (y nutritivas), pero no duden en probar nuevas recetas de vez en cuando. Por ejemplo, pónganse como reto probar una nueva receta cada semana: si no les resulta interesante, déjenla en el olvido pero si les agrada ¡Agréguenla a la lista!

Método afuera/adentro

Si ustedes sienten recelo del veganismo pues dudan de sus propias habilidades culinarias, este es su método y se desarrolla en tres etapas. La primera es descubrir la cocina vegana fuera de casa. Prueben con los restaurantes veganos de su ciudad y descubran las opciones veganas ofrecidas por los restaurantes regulares. No duden intentar con los restaurantes de cocina internacional que poseen, en gran parte, una tradición vegana, por ejemplo, aquellos de origen indio, tailandés, chino, mexicano, libanés, etc. Durante este tiempo, continúen preparando sus platos habituales en casa. Esta etapa les permitirá apreciar platos veganos bien preparados y en general, más económicos que los platos que contienen carne. ¡Dicho de otro modo, sin ningún esfuerzo!

La segunda etapa consiste en hacer lo contrario: dejar de comprar y preparar carne, emprender el reto de ser vegano en casa mientras que fuera de ella (en restaurantes y casas de amigos) coman como gusten. Ustedes podrían así inspirarse de los platos descubiertos en los restaurantes. ¡Hagan prueba de indulgencia hacia ustedes mismos!

A fuerza de perseverar, no hay ninguna razón por la que no puedan convertirse en buenos cocineros y mientras vayan mejorando, más placer tendrán al cocinar. Tomar cursos de cocina vegana podría también serles útil.

La última etapa es dejar de consumir productos de origen animal por completo. Al inicio, este placer tal vez les hará falta, pero la mayoría de veganos admiten que después de algunas semanas (tres, por lo general) ya no sienten más ganas.

Método de un día a la vez

Este método es la continuidad lógica del movimiento Lunes Sin Carne: aplicar un día a la vez. Puede hacerse en días determinados (por ejemplo el lunes, después el lunes y el miércoles, etc.) o por el número de días (dos por semana, después tres, etc.).

Después de cierto tiempo, ustedes podrían decidir comer productos de origen animal únicamente durante el fin de semana (o viceversa) hasta que finalmente se sientan cómodos siendo veganos los siete días de la semana.

Método del reto

Se trata de una transición a tiempo completo pero temporal: ser vegano por un tiempo determinado. Este método es muy popular, por ejemplo Oprah Winfrey y su equipo de 378 empleados lo pusieron en práctica durante una semana en el 2011. O bien, pueden participar en el programa del Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM) del Dr. Neal Barnard  ‘’Vegetariano en 21 días’’ para facilitar su experiencia.

Este método parece restrictivo y radical pero puede ser tomado como una primera inmersión. Sin embargo, no siempre da la mejor impresión sobre todo cuando no conocemos suficientes recetas por lo que sería interesante obtener apoyo y organizarse bien. Para otras personas, al contrario, se trata de la motivación necesaria para adoptar este cambio de una vez por todas.

Método de un alimento a la vez

No nos hacemos veganos reemplazando la carne por el queso o sustituyendo el pollo por el pescado. Pero es verdad que algunos alimentos son más difíciles de reemplazar que otros. Si es más fácil para ustedes eximirse del pollo que de la res, podrían comenzar por mantener la res en su alimentación por más tiempo. Durante ese tiempo, familiarícense tranquilamente con nuevas recetas veganas y nuevos alimentos. Estarán listos para abandonar la res más tarde de todas formas. Para otros, no hay nada que hacer, es como la ‘’crema para su café’’: entonces hacen el intento con diferentes sustitutos veganos hasta que encuentran uno a su gusto.

En el mismo orden de ideas, algunos dicen “¡estoy de acuerdo en no comer más carne pero no dejaré de comer queso!’’. ¿Entonces, por qué no tratar de dejar todos los otros productos de origen animal a excepción del queso? ¡Es ya un comienzo bastante destacable! Lo indispensable es hacer nuestro máximo esfuerzo. Y después de cierto tiempo, sin duda, sus perspectivas habrán evolucionado y tal vez, se sentirán listos para hacerse completamente veganos.

Método del condicionamiento

Se trata del método más drástico y exigente. Se dirige sobre todo a las personas que se hacen veganas por razones éticas. No lo aconsejo ni siquiera a las almas sensibles.

Si les dan repentinas e irresistibles ganas de tomar helado, basta con asociar estas ganas a algo desagradable. La manera más lógica y honesta es leer sobre las condiciones de explotación del animal en cuestión  en este caso, las vacas y los terneros. Para un enfoque más directo, basta con ver videos sobre la ganadería, como Earthlings (advertencia, imágenes duras). De esta manera, en poco tiempo, su gusto por estos alimentos será reemplazado por el recuerdo de estas condiciones injustas e insostenibles. No verán ni percibirán el tocino de la misma forma nunca más.

Este método puede parecer exagerado o deshonesto para algunos, sin embargo, es normal que nuestros deseos no se ajusten automáticamente a nuestras convicciones morales. ¿Qué hay de malo en darse un empujoncito que nos ayude a respetar nuestros ideales? De todos modos, les aconsejo no abusar de este método porque podría afectarnos psicológicamente y podríamos caer en depresión o incluso, sufrir estrés post-traumático. No sirve de nada convertirse en un vegano deprimido o frustrado. Es por ese motivo que recomiendo los otros métodos que se enfocan en el descubrimiento y en lo positivo.

En cuanto a ver imágenes y dominar nuestros instintos, ¿por qué no imágenes de animales felices como éstas del Santuario Gaia de España o de deliciosos platos veganos como los de este recetario

Otros consejos

Si tienen la oportunidad, inviten a alguien cercano a intentar la transición junto a ustedes: entre dos puede ser más fácil, agradable y motivador. Si ya conocen a algún vegano, pídanle ayuda (¡seguramente, lo hará con gusto!). Por ejemplo, vayan juntos al mercado: de seguro, esta persona les dará muchas ideas. También, formen parte de una asociación vegetariana local (y si no hay ninguna, créenla) ya que el hecho de conocer otros veganos constituye sin duda una de las mejores garantías para perseverar.

Además, para sentirse con más confianza en su transición, tomen el tiempo de leer sobre nutrición vegana, una vez que uno se informa, no hay más razón para preocuparse. Pueden también consultar videos sobre el tema como los del Dr. Michael Greger (en inglés). O simplemente dirigirse al sitio Web www.hazteveg.com y revisar la información nutricional expuesta.

Ahora mismo, ustedes deberían sentirse mejor preparados para emprender este cambio. Sin duda, puede haber otros métodos pero lo esencial es saber adaptarnos según nuestras propias capacidades y criterios yendo a nuestro ritmo, siempre haciendo de ésta una experiencia agradable y estimulante. No hay ninguna razón por la que el paso hacia el veganismo deba convertirse en un sacrificio cuando puede muy bien ser un descubrimiento y un avance, no un obstáculo sino un simple ajuste.

El veganismo no debería interpretarse necesariamente como una restricción (‘’no comer carne, ni productos lácteos ni huevos’’, etc.) sino sobre todo como la apertura hacia una nueva forma de ser en la que las posibilidades son infinitas.

Es por lo tanto importante tener presente su motivo para ser veganos, el por qué han elegido serlo. Después de todo, concordar sus acciones con sus valores es uno de los más bellos logros que existen.