Nací siendo vegetariana, y se lo agardeceré eternamente a mis padres.

En el año 1976, mis padres ya eran vegetarianos y vivían en una casa de campo en Italia con mucha otra gente artísta que también eran vegetarianos. Gracias a esa bendición , crecí sin probar un bocado de carne ni pescado. Al vivir a las afueras de Milán mi madre paseaba en bicicleta conmigo siendo yo un bebé y siempre obligadas , porque no habia otro camino, pasabamos en frente de un matadero de cerdos. Los gritos de terror de los animales hacian que mi madre colocara sus manos en mis orejitas para no escuchar ese terrible sonido. Aun así, creo que esto me marcó tanto que hoy en día no puedo evitar taparme las orjeas y los ojos si veo un documental sobre los mataderos.

Amaranta Nera

Al morir Franco, volvimos a Barcelona, y mi família catalana no podía creer que no comieramos carne, pensaban que eramos de una secta. Mi abuelo me daba jamón por debajo de la mesa sin que mis padres se enteraran. La precariedad del post-franquismo y esa época gris de finales de los 70 e inicios de los 80 , hizo que comieramos carne . A pesar de nuestro amor hacia los animales, mis padres y yo hicimos la desconexión total, y recurrimos al carnismo como modo de vida. Yo no paraba de salvar palomas de la plaza catalunya , tener hamsters, gatos y gusanos de seda como mascotas. Salvé unos cangrejos que mi padre iba a cocinar vivos, y los tuve durante un año en una pecera. Actos así, me diagnosticaban como una enamorada de los animales incondicional pero siempre sabía que algo no estaba bien en mi manera de vivir.

Cuando llegué a los 33 me hice vegetariana otra vez, ya que la carne me daba bastante asco y se me hacía bastante fácil dejar una costumbre que nunca estuvo arraigada dentro de mi . Viajaba mucho a Brasil y me costaba mucho encontrar sitios donde pudiera comer algo que no fuera ensalada, pero aun así seguía firme con mi decisión. Hace tres años decidí hacer el paso definitivo y hacerme vegana en todos los sentidos que quiere decir no usar nada de origen animal, ni comida , ni ropa , ni cósmetica entre otras cosas. Des de entonces mi piel , pelo y físico ha mejorado mucho, duermo mejor y siento que esta es la mejor manera para conectarse con nuestro origen: la naturaleza. Creo que este es mi camino y que siempre lo será, ya que no se trata ni de una moda, ni de algo pasajero, es una forma de vida que ha venido a quedarse para siempre y que la practico , a pesar de los inconvenientes, desde que nací.